dilluns, 23 d’abril del 2012

"SomSonats o el arte de renovar la música tradicional"

El 22 d'abril de  2012 es va publicar un article de Federica Alborch sobre SomSonats al portal web de Notícies del Maestrat, Els Ports i la Tinença de Benifassà (3x4.info).

El podeu consultar a:
http://www.3x4.info/novaweb/index.php/cultura/130-ultimes-noticies-cultura-ultimes-noticies-cultura/3987-som-sonats-o-el-arte-de-renovar-la-musica-tradicional

O llegir-lo directament ací:

CULTURA

SomSonats o el arte de renovar la música tradicional

En los últimos tiempos la música tradicional ha vuelto a tomar un puesto relevante en el panorama musical valenciano. Voces como la de Pep Gimeno, “el botifarra”, han animado a jóvenes músicos a tomar su propia iniciativa y acerca este tipo de sones a las nuevas generaciones. Es el caso del grupo SomSonats, formado por cuatro jóvenes de diversa procedencia geográfica, pero cuyo punto de encuentro (y también de ensayos) es Vinaròs.
Ellos son Pere Gumbau, Raül Sanchis, Joan Cid y Pau Puig. Hablamos en esta ocasión con Pere y Raül. “Nosotros cuatro habíamos coincidido en otros grupos de música y ya nos conocíamos, pero no fue hasta después de un concierto en el Casal Panxampla de Tortosa cuando decidimos crear nuestra propia formación”, explica Pere, vocalista, “calijó” de pro y cofundador del grupo de danza tradicional “La Sotà” de Benicarló.
Y es que lo que fue una colaboración puntual, se convirtió en toda una experiencia musical para los cuatro chicos. Así, es a partir de 2010 cuando Som Sonats empieza su andadura en el duro camino de la música. “En estos dos años nos hemos conocido más, hemos madurado como personas y como músicos y hemos ido montando un repertorio estable”, añade Raül. Él, como sus compañeros, proviene de la música clásica. Es pianista y flautista, aunque su reciente faceta como acordeonista diatónico, le ha cambiado la perspectiva por completo, asegura.
La principal característica del grupo es su “pasión por improvisar en el escenario y hacer disfrutar al público”, coinciden tanto Pere como Raül. “Podemos comenzar con un danza de los Nanos de Valencia, y a partir de ahí, ir improvisando, creando otras armonías y pasar por completo a otro estilo diferente”, dice Raül, a lo que Pere añade: “de una base que puede durar en principio cinco minutos, podemos alargarla hasta los 15 improvisando en el escenario”. Hecho que atrae, y mucho al público, especialmente al joven, que cada vez más se interesa por este tipo de música tan arraigada al pueblo y a sus costumbres.
“Nosotros vemos a la gente mayor de nuestros pueblos cantando y tocando con tanta soltura y tanta naturalidad y nos quedamos fascinados porque hacer este tipo de música no es nada fácil. Lo que pasa es que para ellos es algo normal, que han aprendido desde pequeños y que les sale solo”, apunta Pere, que también se ha dedicado a recoger estas pequeñas joyas musicales de la memoria de los mayores de la comarca y a preservarlas, al más puro estilo Alan Lomax.
Y es que si uno escucha con atención las letras de los “cants de batre”, les “jotes de rondalla” o los “fandanguets”, se dará cuenta que son de lo más costumbrista, ya que narran las vivencias y las anécdotas que pasaban por aquel entonces. Pere explica que “estas letras se podrían adaptar perfectamente a nuestros tiempos. Si antes hablaban de que se les había roto la rueda del carro, ahora podríamos decir que el alcalde no nos ha asfaltado la calle”.
De lo que se trata es de conectar con el público y hacerle partícipe de las historias. Otra de las características de Som Sonats es la cantidad de instrumentos que tocan sus integrantes. Así, los ritmos más tradicionales de dulzainas, guitarras o castañuelas, se fusionan con sonidos de instrumentos más exóticos, como el ney, una especial de flauta turca, o la alboka, un instrumento típico del País Vasco, que corren a cargo de la habilidad de Pau. A pesar de los tiempos que corren y de la precariedad laboral en el mundo de la música, los chicos no se desaniman.
“Excepto Pau, los demás todos tenemos nuestra profesión y la música la hacemos porque nos gusta y disfrutamos mucho tocando. Nos encantaría algún día poder dedicarnos más profesionalmente”, dice Raül, que también añade que “de momento, ya hemos decidido que vamos a tirar para adelante el grupo. Así que estamos preparando un repertorio que nos gustaría grabar y hacer una maqueta para colgarla y que la gente pueda escuchar nuestro trabajo por Internet”.
Aunque aseguran que en estos tiempos lo que más les ha funcionado para promocionarse ha sido “el boca-oreja” y esperan que siga así para conseguir más bolos y conciertos. Ambos lamentan que en la comarca del Maestrat la música tradicional está un tanto dejada de lado.
“En Catalunya o Valencia, este tipo de música está muy activa y muy considerada por el público, aquí sin embargo falta un pequeño empujón”. No obstante, ellos no pierden la esperanza y continúan transmitiendo su amor por la música a todo aquel que les escucha hablar de ella y, por supuesto, tocarla.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada